Esta última semana con la llegada de la Semana Santa, tomamos la decisión de recompensar a los chavales de las escuela de escalada de Maspalomas por el trabajo de los últimos meses con una nueva salida en grupo. En este caso, fue una salida a la zona de escalada de la Piconera, donde estos jóvenes escaladores iban a probar la escalada en roca, algo nuevo para ello/as. Llevaban tres meses subiéndose por las presas de colores de un rocódromo sin tener ni idea como podía ser la escalada en la naturaleza, sintiendo la roca en tus manos y resolviendo esa secuencia que nos dan las vías de roca natural. Estas nuevas generaciones que empiezan en la escalada, tienen un comienzo totalmente distinto al que tuvimos todos aquellos que empezamos en la roca.
Estos chavales llevan prácticamente lo que va de año escalando en el rocódromo del pabellón de San Fernando y pensamos que además de crear un buen ambiente de grupo en las instalaciones, lo mejor para su evolución es que practiquen esta modalidad en distintos ambientes y no sea siempre el mismo, esto les enriquecerá en escalada y también su desarrollo personal. Estas dos asignaturas que aunque parezcan que no tienen que ver no van una sin la otra, y son muy importantes para los pequeños deportistas, ya que todos los factores (Biológicos, Psicológicos, Sociales,Familiares y Económicos) les influye en su vida deportiva.
Aquí La Cabra Asesina V+ en la zona alta de este pequeño sector.
A muchos de nosotros nos hubiera gustado empezar a escalar a esta edad. Con los adelantos y la experiencia que tenemos en nuestra isla, a día de hoy podemos decir, que tenemos bastantes conocimientos para trabajar con niños. La edad con la que comenzamos a trabajar con los pequeños es a partir es de los 9 años de edad ( en mi opinión la edad adecuada para empezar), y de ahí en adelante con grupos de distintas franjas de edades. El trabajo de cada grupo es distinto según las edades. En nuestra escuela ya no tenemos horarios para mucho más, esperamos que con estos grupos consigamos nuevo/as escaladore/as y sobre todo, que les ayude a ser grandes personas.
Esperamos poco a poco conseguir más apoyo de las instituciones y también otros recursos para poder sacar a los chavales de los malos ambientes.
Aquí tenemos a los más pequeños de la cantera haciendo la famosa Babaresa de la Piconera, un quinto que no tiene nada que ver con los típicos que nos encontramos en otros sectores. Esta se trata de una fisura en la que hay que dominar la técnica de la babaresa, algo poco habitual en la escalada a menos que te guste mucho hacer fisuras.