La motivación es lo que nos mueve día a día mas allá que tengamos que luchar contra viento marea o frío. El frío que buscamos en nuestra tierra para tener el tacto perfecto para trepar en las mejores condiciones, fue el factor contra el que teníamos que luchar día a día en la región de la paella y las naranjas . No era para tanto cuando llegabas al sector elegido para escalar al sol, pero si que costaba arrancar cada mañana , no sabemos si por el pedazo de desayuno que nos ponían Pedro y Nuria en el albergue, o el frío que teníamos metido en el cuerpo.
Sí que escuchábamos de nómadas que llegaban rebotado de otros zonas, que se habían bajado porque estaban bajo cero y nevando en otra sescuelas como Tarragona, Cuenca o Albarracín. Así que al final fue todo un acierto este viaje a unos de los paraísos de la roca Valencianos ¡¡¡¡Chulillla!!!!!.
Vías interminables con 15 ó 18 seguros con una buena calidad, y sectores para elegir cada unos de los días de nuestra estancia, y cada día con mejor sabor de boca de las rutas que nos encontramos. Ya los últimos días no queríamos hacer vías de más de 30 ó 35 metros, aunque nos aconsejaron vías muy buenas hasta de 50 metros. Tenemos que decir que teníamos a unos buenos guías, nada mas y nada menos que a Pedro Pons y Nuria, que además nos daban de cenar y de desayunar, aparte de las grandes charlas déspues de cenar.
Aquí el albergue gestionado Pedro Pons y Nuria.
Este es el albergue donde vivíamos como reyes, solo preocuparnos de escalar y escalar. Unas instalaciones muy bien equipadas incluso con piscina y con unas vistas de lujo, ahora estaban terminando una sala impresionante en el jardín, donde podías ver la gran experiencia de Pedro, el montaje de muros de escalada y presas.
Desde la misma casa podíamos ver algunos de los sectores, como el que podemos ver enfrente, con buena calidad de ruta y orientación al sol para escalar toda la mañana.
